De día mi boca estaba helada por los sabores que deleitaba, mientras sentía el calor de tus caricias y escuchábamos empalagosas canciones. Luego la habitación se fue ennegreciendo lentamente, hasta que estuvo totalmente a oscuras y escuchamos aquellas místicas melodías, resolviendo conversaciones que surgieron de la atmósfera; terminando una etapa y comenzando otra...
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