miércoles, 24 de octubre de 2012

Sin pudor de dar nombres. Momento de preocupación por los demás:

Vi a la Caro llorar en un rincón de la escalera en un colapso. Vi al Chirino decir que definitivamente lo van a echan, y que volverá a sus raíces. Vi al Zeba mirar la mesa mientras me decía "no se a dónde ir".

Estas semana, en que la sala ya está más vacía y se va vaciando paulatinamente, he conocido un poco más de cerca a estos personajes. Los primeros dos no los conocía por un hecho de no tener curiosidad o interés en ello; no me llamaban la atención, en cambio el Zeba, que es mi amigo, hemos enlazado más la amistad.

Ya no quiero que se vallan; no son como los tachan, también son personas importantes y "útiles".

Tengo amigos en otros cursos e incluso en otras ciudades, pero a veces me apesta que sea así. No es que los lazos cambien, pero se pueden romper con facilidad.

Ñah... solo me entristece un poco pensar que tan rápido como hice a un amigo, se me va, y no supe como ayudarlo (tal vez porque me di cuenta cuando ya no había mucho que hacer; tarde). En la entrada previa estaba enojada con él y ahora es... todo lo contrario.