Para
estar en paz,
para no criticar más,
para estar tranquila
y no
sentirme mal,
necesito silencio
y un
poco de desinterés.
Conversaciones
ligeras
y palabras
gratas,
como
los recuerdos de la infancia...
Pero si
estoy mucho tiempo
en ese
positivo estancamiento,
puede que
la misión sea contrariada por los hechos,
y que
termine desmoronándome por completo.
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