Mientras escucho un bossanova y de los dulces sueños a mi al rededor se oyen suspiros, la atmósfera calmada disuade a mis miedos con esa dulce melodía, ya que es de noche y a su malvada divinidad temo.
De sus últimas palabras poco pude obtener -ustedes se fueron y nada más- excepto su esencia en mi -por no decir, recuerdo-. Lamento estar sola estos minutos, y por eso creo escuchar un bossanova.
Hay que todo está en silencio excepto mis oídos, y parece como si la vida fuera mía.
-o-
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