Vivimos algunos momentos gratos, de los cuales llegamos a decir "nunca me olvidaré de esto", pero ¿es verdad?
En personal, tengo recuerdos desde que tengo 2 o 3 años, me acuerdo perfectamente, pero creo acordarme porque son cosas de las que me pongo a rememorar a seguido. Me acuerdo de cuando me miraba al espejo, observando cada detalle (y a lo largo de toda mi vida, tengo mi imagen evoulcionada), de cuando me lavaba las manos, de la vista a la playa de el estrecho de Magallanes (que se veía desde mi propio departamento), de la estufa, de la plancha, de cada maldad, susto, travesura, y también de cuando casi muero ahogada... Esta sólo es la primera infancia; aunque no puedo asegurar de que me acuerde de lo mismo que hace unos años, ni de lo que me acordare en otros tantos.
Por otro lado, dejar a de recordar cosas puede hacer que desaparezcan, aunque pueden ser rescatados eventualmente a pie de una conversación esporádica con un amigo, o al observar a otro ser parecido al que se fue alguna vez.
Hay recuerdos de los que me he hecho adicta. Mi adicción me obligó a recordar cosas forzadamente pero con el tiempo, descubrí que era cada vez más difícil, como si no lo hubiera vivido (quedaban descripciones del recuerdo pero no el recuerdo en sí)... así que tuve que dejar de lado el deseo.
Eso no significa que el recuerdo haya desaparecido, aun sigue apareciendo cuando se le da la mera gana; cuando menos me lo espero, y a veces llego a sentirlo real con sensaciones y todo, sacándome una sonrisa.
Entonces, ¿qué es mejor de hacer? Yo respondería, rehacer el recuerdo con prudencia tan sólo un momento. Después de todo, no es muy bueno vivir en el pasado.
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