viernes, 14 de octubre de 2011

Las Perdidas

Recuerdo cuando vi de casualidad por última vez a una amiga de la infancia. Era una suerte verla. Pensé en  saludarla al acordarme de su nombre pero me retracté al observar que seguía siendo la misma gorda antipática, y que seguramente, no me reconocería, o tal vez no pero, quedaría como una casi extraña bochornosa. Pensando en esto los últimos segundos, la dejé seguir sola por su camino para no verla nunca más. En realidad nunca fue mi amiga, era muy envidiosa y celosa, tan sólo a los 6 años de edad. Además, su hermano me había dejado marcada en cierto modo.
Qué pena por todos...

También tenía lindos recuerdos de otro par de amiguitas, que dejaron de serlo cuando yo me cambie de ciudad  (algo muy recurrente para mi...) con la esperanza de seguir en contacto.
Cuatro años después me las encontré en un supermercado e intercambiamos números con entusiasmo. Nunca llamé, supongo que no lo hice porque no soy muy clara en el teléfono. Ahora viven acá, donde vivo yo. Tenemos cierto vínculo de conocidos pero ciertamente somos extrañas. Nos hemos visto en la calle unas veces pero no nos saludamos, nos hacemos las desconocidas pero nos vigilamos, aunque siempre estoy dispuesta a saludar pero ellas no lo hacen, tal vez ninguna puede saludar primero. Yo me veo de currículum especial y no se si vuelva a encajar con ellas, o con alguna otra en particular.

Y otra más, mi querida...
Hace cuatro años nos separamos; yo cambié el colegio. Hace año y medio que no hablamos; perdimos el contacto por la distancia, el tiempo, las obligaciones... Nos distanciamos sin voluntad.

No se como volver a saludarla. Ahora le diagnosticaron un enfermedad grave, y perdió el año escolar pero lo peor, es que sus supuestas amigas no la llamaron nunca, no le demostraron interés ni preocupación. Yo la hubiera llamado en el peor momento pero no me enteré, ya que nuestra relación estaba desconectada.
Se siente sola y triste y yo no se como volver a aparecer en su vida de nuevo. Supongo que es porque para mi, ella siempre fue superior, fue mi sensei. Tenía un humor un poco oscuro, pero siempre nos reíamos de estupideces. Me enseñó muchas cosas, pero tuve que aprender a comportarme de cierta forma cuando estaba ella, era más apática que yo.

Por eso.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Uf.. no sabes cuántas veces me ha pasado lo mismo :S
Yoya
PD: no tengo idea lo q es una cuenta de google, o un Live Journal, o World Press asi q escribí como una persona normal (es q te piden seleccionar eso para comentar)

Consueloasdfg dijo...

Miren un anónimo o-o